LOS JUEGOS DEL HAMBRE
Este film de Gary Ross que pertenece a una trilogía de libros de Suzzane Collins, combina acción, ciencia ficción y drama. Es una fusión de estéticas, cuanto menos interesante, la línea de vestuario de Los Juegos del Hambre (2012) nos muestra la marcada división entre ricos y pobres de forma bastante radical de una forma casi propia de siglos pasados como el XVII o el XVIII.
La clase baja lleva un atuendo que bien podría haber salido de Ana Frank por su simplicidad y cortes de falda largos con la excepción de la protagonista, Katniss Everdeen (interpretada por Jennifer Lawrence), que lleva algunas prendas más actuales como pantalones y una cazadora de cuero marrón al comienzo del largometraje. Esta estética uniforme en colores (tonos blancos, beige y tierra) no hace sino reforzar la imagen de sumisión al régimen autocrático y clasista en el que tienen que sobrevivir los personajes de los distritos bajos.
Por otro lado, los personajes de la clase alta llevan un atuendo entre el neobarroco y el futurismo. Las mujeres visten absolutamente afrancesadas imitando los cortes de pelo de la corte de Luis XVI, al más puro estilo Maria Antonieta. Utilizan colores excesivos y adornos excéntricos y atuendos dignos de las colecciones de alta costura de París que muestran toda la frivolidad que separa su mundo del de los distritos más pobres donde tratan de no morir de hambre. El clase alta vive en un continuo desfile de opulencia y gasto que no parece significar lo más mínimo para ellos, mientras que los recursos de los pobres son explotados a cambio de poco o nada.
El futurismo se muestra sobre todo en la tecnología avanzada que utilizan y en el mobiliario del que son rodeados los elegidos por los juegos del hambre al llegar a su hogar temporal de preparación. También así en la coloración del pelo, en ocasiones azúl y la barba y los trajes de los hombres de clase alta que se asemejan a la estética gótica de las películas de Tim Burton.
Los elegidos de los distritos para pelear entre sí por sobrevivir se ven de repente rodeados por un mundo de riqueza donde reina la apariencia antes que las habilidades y donde la muerte forma parte del lo más importante: el espectáculo, en el que además han sido forzados a tomar parte. Los trajes ajustados que utilizan para entrenar y presentar su habilidades y su línea de súper héroes recuerda mucho a un cierto militarismo aeronáutico y a los trajes de las películas de X-men
Una presentación digna de galas de cine y una actitud teatral producto del reality show en el que han padecido. Eso es lo que nos encontramos tras la batalla en la Arena. Los ganadores del distrito 12 han sufrido una transformación en actitud y en estética en la parecen haber adoptado el estilo de vida de la clase alta y forman parte de la actitud superficial y el juego mediático que les caracteriza en frivolidad y espectacularidad.
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